Alguna que otra discusión es necesaria para que la relación estreche mas sus vínculos, pero si malo es no llegar, mas malo es pasarse, todo en exceso es malo, se corre el riesgo de sufrir un desgaste en la pareja, es primordial no sobrepasar un termino medio.
En si no es tan esencial el motivo por el que se discute, sino la forma en que se hace, las discusiones sobre cargadas de afrentas personales, de ataques y recriminaciones producen un efecto nocivo en la pareja, en cambio las discusiones civilizadas donde permanece el buen rollo, el respeto y la voluntad de llegar a una solución satisfactoria para ambas partes, las unen mas todavía.
Al formar una discusión, hay que pensar si realmente merece la pena hacerla, hay parejas que discuten de forma continuada por temas insignificantes, en este singular caso resta preguntarse si se discute por esa tontería o por exteriorizar de alguna manera un sentimiento negativo que se viene arrastrando desde hace algún tiempo, si esta es la causa , en vez de herirse mutuamente es discusiones inútiles, es mas productivo intentar superar los problemas y mal entendidos acumulados con anterioridad.
Dos no se pelean si uno no quiere, es licito contar hasta 10 y pensar en otra cosa antes de iniciar una discusión innecesaria.
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