No se debe delegar en el otro todo el peso de la relación, y aspirar de el/ella disimiles de expectativas, por que con esto solo se consigue decepcionarnos sin razón.
Las costumbres son fáciles de aprender y difíciles de quitar, como de forma cotidiana satisfacemos todos nuestros deseos y caprichos, por lo que no seria raro que podríamos sentir frustración si nuestra pareja no esta a la altura de nuestras vicisitudes.
El secreto para romper esa inercia monótona en la pareja reside en nosotros mismos, se consigue rodeándonos de un ambiente de buen rollo, mediante actividades como practicar deportes juntos, disfrutar de espectáculos, conciertos o el clásico séptimo arte, también practicar la cultura del detalle, rememorando nuestras fechas y aniversarios con regalos sencillos y sorpresivos, que mejor estimulo que sentirnos valorados por nuestro ser amado.
Es recomendable darse una escapada periódica de la vida moderna y su bullicio, optando por la magia que encierra la madre natura, ya sea pasear por un rio, un lago, una playa, un bosque, una caverna, lo que modificara nuestro estado de animo notablemente ante el encanto del entorno que nos rodea.
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