viernes, 28 de marzo de 2014

Ser padres nos regocija de Felicidad y colma de otras cosas


El alumbramiento de un hijo nos obliga a adaptarnos a muchos cambios y a improvisar sobre la marcha soluciones, que pueden acarrear algún que otro periodo de crisis interna que hace temblar en la cuerda floja nuestras expectativas hasta que encontramos las respuestas concretas. Los bebes regocijan de felicidad a sus progenitores y a la vez los colman de otras cosas como la tensión, estrés y agotamiento. La crisis emocional afecta siempre a los padres, por eso durante el primer año de vida de los bebes, una mayoría considerable de parejas son victimas de los nervios y discuten con frecuencia. Por lo que se hace necesario algunas pautas en auxilio de la estabilidad de los conjugues.


Pactar con el compañero sentimental tiempos de descanso para cada uno, compartiendo sus quehaceres y responsabilidades.

No se puede pretender que algún miembro de la pareja se despierte instintivamente, pero si llegar a un compendio para turnaros en el cuidado del bebe, de forma que quien tenga el sueño mas ligero, despierte al otro cuando le toque atender al pequeño querubín.

Tener comprensión si en algún momento de tensión nuestra pareja pierde los papeles, lo mejor es guardar la calma y contar hasta diez antes de responder.

Recuperar algún momento para la vida en pareja, ya sea comer fuera, una escapada al cine o tomar simple tentempié en una cafetería, esto os reconfortara.

Evitar discutir a la primera de cambio, algunas de estas peleas constituyen una forma de solicitar atención extra del otro, si reflexionamos sobre los verdaderos motivos, se puede evitar.

Tener una comunicación constante con la pareja, ponerse de mutuo acuerdo con la educación del hijo y en como llevar las relaciones con la familia.

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