Este ritual es para abrir el
corazón, reforzar la autoestima y despejar los temores. Cuando una relación
termina, durante de un tiempo nosotros mismos generamos una
mala energía que
nos impide encontrar una nueva. Con la magia de las rosas podemos
contrarrestarlo, deberemos tener a mano los siguientes elementos:
Dos rosas.
Una vela blanca.
Un jarrón.
Un cordón rojo.
Una manzana roja o una
granada.
Pon en un jarrón las dos
rosas atadas con el cordón rojo (representaran la unión de dos amados),
enciende la vela y coloca las rosas a su lado. Concentrándote en la llama de la
vela imagina a esa persona que te gustaría que entrara en tu vida. Pide un
deseo de amor y deja que la vela se consuma.
Cuando se sequen las rosas no
las tires. Puedes reforzar el poder de este hechizo si abres una manzana o una
granada por la mitad y pones las rosas secas en el medio atándolo todo con un
hilo rojo.
Ponlo en un lugar visible y
cada día al levantarte pídele un deseo de amor. Deja que se seque y cuando la
persona amada llegue a tu vida, entiérralo en el jardín o en una maceta y
olvídate de ello.
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