Nos hemos encontrado, corazón
mío, y un temblor ha recorrido todo mi ser, tu fresca juventud sonreía, entre
tanta gente solo te he visto a ti, única flor
entre tanta hierba y
maleza. Tus ojos llenos de luz escondían promesas
de sueños maravillosos.
No se porque ha sucedido todo
esto, ni siquiera tu lo puedes saber porque e amor es misterioso, prepotente,
libre como el viento.
Parece que el destino me esta
llamando y me acerca a ti, parece que la felicidad me llama para lanzarme en
tus brazos.
Haz que esta maravillosa
chispa que se ha encendido dentro de mi no se apague nunca; ayúdame a llegar a
tu corazón enseñando el camino.
Cuando mi mente te evoca, se
acelera mi pulso y siento una gran alegría.
He tenido la impresión, en
nuestro breve encuentro, que tu pequeña mano temblaba como si estuviera a punto
de levantar el vuelo… Mi corazón, en aquel momento ha cantado de felicidad.
Dime que no estoy loco
pensando así, que tu mirada se ha posado en mi, aunque fuese un momento, con
benevolencia, con un poco de ternura.
Esta esperanza me da alegría
para vivir, y fuerza y valor para dirigirte estas letras y esperar tu
respuesta.
Háblame con confianza y
sinceridad. Me bastara verte y sabre leer en tu sonrisa y en tus ojos la
respuesta que mi corazón desea tan ansiosamente.
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